lunes, 28 de marzo de 2011

Muertes Célebres

     Lo que las muertes célebres significan, independientemente del cómo, se le da sin duda mayor importancia a la gran pérdida que sufrió el entorno musical de aquella época. Es importante nombrar al “Club 27”, que se trata de un grupo de músicos fallecidos a los 27 años de edad, como Robert Johnson, Brian Jones, Jimi Hendrix, Jim Morrison y Janis Joplin. Su muerte no significa que hayan sido olvidados sino idolatrados, se han convertido en leyendas de la música incapaces de ser obviados por cualquier amante de la música.

Jimmy Hendrix (1942-1970): 18 de septiembre de 1970 murió ahogado en su propio vómito en el hotel Monika de Londres, aunque no se saben con exactitud las verdaderas circunstancias de su muerte. Fue un coctel de somníferos, barbitúricos y alcohol que injirió aquella noche lo que le llevo a ese estrepitoso final. Un acompañante del músico durante sus giras (Tappy Wright), afirmó en su libro “Rock Roadie” que fue asesinado por su manager (Michael Jeffery) quien lo confesó un año después. Jeffery había conseguido un seguro de vida de Hendrix valuado en unos dos millones de dólares, siendo el manager el principal beneficiario.

Kurt Cobain (1967-1994): el cuerpo sin vida del músico fue encontrado el 8 de abril de 1994 por un empleado de una empresa de electrodomésticos que llegó a la casa esa mañana para instalar un sistema electrónico de seguridad. Un informe estima que Cobain murió el 4 de ese mismo mes a las 11:30 de la mañana. La nota encontrada en el lugar de los hechos fue llamada "Nota de Suicidio", pero no decía nada relacionado con el tema. La carta fue claramente escrita para los fans, diciéndoles que se retiraba del negocio de la música y que abandonaba Seattle. El investigador privado que contrató su esposa, Courtney Love el 3 de abril para hallar a Cobain (ya que se había escapado de un centro de recuperación) asegura que ella misma escribió las últimas frases de despedida de esta carta. Sólo había unas líneas cortas para su hija Frances y para su mujer Courtney. Por razones desconocidas, Love no quiso revelar el contenido de una segunda carta y la quemó antes de que nadie pudiese leerla. No comentó nada acerca de la misma pasados algunos meses de la muerte de Cobain.



La escopeta encontrada en la escena del crimen estaba cargada con tres balas y fue comprada para protección propia, no para suicidio. La policía declaró que no había huellas digitales legibles en la escopeta, la pluma ni la nota de suicido. Durante la autopsia se demostró que Cobain tenía tres veces la cantidad letal de heroína en su cuerpo, por lo que no habría sido siquiera capaz de levantar el brazo y con él, el revólver. Por ello, Aún no se comprueba el hecho de que se haya quitado la vida debido a falta de pruebas.

Bob Marley (1945-1981): Le diagnosticaron un tumor que comenzó a esparcirse por el cuerpo. Durante ocho meses la enfermedad pareció estabilizarse, siguiendo un tratamiento no convencional con remedios naturales, en la clínica del Dr. Joseph Issels. Pero fue temporal porque repentinamente la lucha comenzó a hacerse más difícil. A comienzos de mayo dejó Alemania para volver a Jamaica, pero no logró finalizar su viaje y debió detenerse en Miami, donde murió el 11 de mayo de 1981 con 36 años en un hospital.

Jim Morrison (1943-1971): la noche del 3 de julio de 1971 fue encontrado muerto en la bañera de su piso, donde vivía junto a su pareja Pamela Courson. La causa de su muerte fue un paro cardíaco, aunque no hubo autopsia alguna. Esa misma madrugada, Pamela se encontró con la puerta del baño cerrada desde su interior, por lo que decidió llamar a algunos amigos. Al tumbar la puerta se encontraron a Morrison medio sumergido y sangrando por la nariz. Existen varias versiones sobre su muerte dadas las extrañas circunstancias, incluyendo la idea de un suicidio y de un asesinato. Se descartan las versiones que aseguran su muerte como causa de una sobredosis de heroína, ya que él no era aficionado a la misma (hacía uso de drogas naturales para alcanzar un punto de tranquilidad y paz) y tenía diagnosticada una fobia a las agujas, por la cual era imposible que se inyectara esta sustancia.

María Fernández Martínez

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